Pizza blanca con ricotta estilo New York

 

Ingredientes para preparar la pizza blanca

• Masa de pizza estilo New York
• media cebolla finamente cortada
• un ajo picado
• 100g de nata para cocinar
• 100 gramos de ricotta
• perejil fresco para decorar
• sal y pimienta
• especias aromáticas: albahaca o tomillo según el gusto
• Aceite picante (opcional)

Preparación de la salsa blanca

Esta pizza “blanca”, como se ve por su propio nombre, no lleva tomate, por lo que tenemos que preparar una salsa para utilizarla como base. Para preparar esta salsa blanca vamos a poner la mantequilla en una sartén a fuego medio y ponemos la cebolla hasta que ésta queda dorada. Añadimos entonces la nata y removemos a fuego medio hasta que nos coja un poco de consistencia. Por último, aderezamos con el tomillo o albahaca y reservamos aparte.

Paso 1

Como siempre, extendemos la masa y formamos la base de la pizza de unos 20-25cm de diámetro. En mi caso como me salió una bola algo grande, he intentado hacer la base lo más grande posible, intentando ocupar toda la superficie de la piedra. Con el fin de que quede lo más crujiente posible, la prehorneamos sin ingredientes durante un par de minutos, en el horno a la máxima potencia. La sacamos y ya tenemos la masa lista para empezar a poner los ingredientes.

Paso 2

Ahora extendemos la salsa blanca por toda la superficie de la pizza y seguidamente ponemos la ricotta con la ayuda de una cuchara. En el caso de Lombardi’s, se notaba que hacían uso de una manga pastelera para colocar la ricotta porque la dejaban con una forma muy peculiar. Una vez que tenemos lista la preparación, metemos la pizza en el horno a máxima temperatura durante cinco minutos aproximadamente. Este es el tiempo que yo suelo utilizar en mi horno, pero puede que en el vuestro sean unos minutos más.

Paso 3

Una vez que tenemos la pizza ya lista, solamente nos quedaría poner un poco de perejil fresco picado por encima y un ligero toque de pimienta. En Lombardi’s siempre tienen un aceite picante por si quieres echarle a la pizza. En este caso, el contraste de la suavidad de la ricotta con el picante de la guindilla queda muy bien y puede ser muy buena opción.